lunes, 1 de agosto de 2011

EL ARTE DEL BIRLIBIRLOQUE

un abuelo que estaba a mi lado durante el desayuno en mi primer día de trabajo, tras la "vuelta de las vacaciones", Comentaba la triste noticia de la muerte de 3 personas en accidente de tráfico en los palacios, pero en lo que hizo hincapié fue en esto: QUE LOS PALACIOS ESTABA DE LUTO. Sip. Inmediatamente abrió debate sobre el luto, que no estaba perdido, que decían que ya no se guardaba y que no era verdad, afirmaba una y otra vez " Están de luto", como si lo importante de la noticia no fuera el punto negro de la carretera de los palacios o la muerte de las personas en un incidente tan dramático. "EL LUTO NO SE HA PERDIDO, MÍRALO, MÍRALO, DICE QUE ESTÁN DE LUTO".
De esa misma guisa, con ese mismo arte del birlibirloque, haciendo perder la atención sobre el problema principal, y tomando como importante un tema absolutamente secundario, el ayuntamiento de Sevilla ha desestimado el plan centro, dejando vía libre a la antigua invasión del centro de Sevilla por la circulación. Aqui lo importante era los niveles de contaminación, el deterioro de los monumentos, la calidad del aire respirado, la contaminación estética que supone un centro turístico invadido por los feos automóviles, la pérdida que para el sector turístico tiene el tener un centro atestado de coches, la pérdida de valor del centro de la ciudad, apartándonos definitivamente de las mejores ciudades europeas, donde NO EXISTE UNA CIUDAD, NINGUNA, salvo en "NAPOLES", donde con el coche se pueda andar por el centro libremente. ¿ Y todo porque?. Porque dice Pepe, el del bar de la esquina, que es una ruina quitar el tráfico del centro. O porque los residentes en el centro, entre los cuales me encuentro, dicen que es muy incómodo para ellos las restricciones. Es curioso si, mientras somos capaces de formar jaleo, pancartas, cortes de tráfico y lo que haga falta, para evitar una colocación de una antena de móviles, para los coches, eso si, me da igual el cáncer, las enfermedades respiratorias, la contaminación, la negrura en mis cortinas que no puedo ni abrir la ventana por el hollín que entra. NO, ESO DA IGUAL, todo sea por conseguir tomar la tapita en el bar de Pepe con el coche a 50 metros.