jueves, 27 de septiembre de 2012

LA PARABOLA DE LOS TRES HIJOS.

Recuerdo de mis tiempos de niño, cuando iba a misa, como el cura contaba esta parábola, donde un padre llamado José daba a sus tres hijos parte de su herencia y los mandó a recorrer el mundo. Al cabo de unos años, el mayor,  vino mal vestido y demacrado, y le contó a su padre como se gastó el dinero casi en la primera semana, con mujeres de mala vida, juego y malas amistades. Después, la vergüenza le impidió acudir a su padre y se dedicó a mendigar.
Su segundo hijo, vino poco después, con la misma ropa con la que se fue, eso si, un poco más alto, y le dijo: ¡ Padre, toma tu dinero!. Tal como me lo diste, lo guardé en un agujero en el campo, y te lo traigo ahora. Me he dedicado a trabajar y ganarme la vida. Lo suficiente para comer y subsistir.

Pocos meses después, una muchedumbre salió de sus casas para ver como pasaba por la calle un señorito que venia acompañado de un ejército de sirvientes. Su ropa, su carruaje, eran de alto rango, y la gente del pueblo pensaron que sería alguien muy importante. Jose estaba admirado viendo el esplendor de la comitiva, cuando asustado, comprobó que se acercaba a su casa. Blanco de pánico, vio como se detenía en la puerta de su casa y como la puerta del carruaje se abría dejando oír un pequeño chasquido. Inmediatamente, dio un grito de alegría, al comprobar que espléndidamente vestido, salio del carruaje su hijo menor. este abrazó a su padre y le explicó, como con el dinero que le dio, compro un rebaño de ovejas, y con dedicación y esfuerzo, vendió su leche y su queso, y aumentó el rebaño constantemente, gracias a la búsqueda permanente de verdes prados. Invirtió todo el dinero que ganaban, en tierras para labrar, y siguió invirtiendo todos sus beneficios, hasta conseguir una gran fortuna, fortuna que venía a entregar a su padre.


AMIGO RAJOY, SI NO INVIERTES NO AUMENTARÁ LA ECONOMIA. No me seas primer o segundo hijo, aspira a ser el tercero. Es lo  que se merece España.