miércoles, 4 de marzo de 2015

CRISIS III: LA CULPA DE LOS POLITICOS

Es difícil encontrar a un ciudadano que no condene a cualquier político haga lo que haga. Seas Concejal, Diputado, Alcalde o senador, si es un político es un chorizo. Es tal el descrédito, que estamos en una de las mayores unidades de lo que llamamos corriente de opinión, jamás conocida.
El problema es que dentro de la política, hay muchas , muchas personas , no solo honestas, sino incluso, podíamos llamarlos héroes. Gente que se complica la vida por mejorar su entorno dentro del ámbito de su idea, y que trabaja durante años incluso sin cobrar. Tenemos varios decenas de miles de concejales distribuidos por todo el territorio nacional, que realizan su función sin cobrar. Llenaríamos con ellos un estadio de fútbol. Los corruptos, apenas sobrepasan los mil, no podríamos llenar con ellos nada más que un auditorio y pasarles una ópera (por supuesto, cobrándoles la entrada a estos cabrones).


CRISIS. CAP II. EDUCACIÓN. LA FAMILIA

Viajando por Europa, en concreto, en la República Checa, le pregunté a la Guía que le pareció España, el tiempo que estuvo aquí. La respuesta suya fue inmediata:
¡España es un país maravilloso, pero los niños están muy mal educados!.
¿Cuando hemos abandonado como padres, la responsabilidad de educar a nuestros hijos?
Nos gastamos un dineral en campañas para la igualdad, pero en casa el resultado ahora es que no colaboran ni los varones ni las hembras. La igualdad en la familia se ha hecho por abajo. Ahora la niña se comporta igual que el niño. Constantemente veo detalles en el que los niños son mimados y llevados entre algodones, donde no existe el no, donde no existe el esfuerzo para obtener algo. Las casas rebosan juguetes y muchos de ellos, apenas reciben una hora de juego con el niño en toda su vida. No le enseñamos la prioridad del precio de las cosas, y cuando nos acercamos con ellos al kiosko, le compramos lo que pida, independientemente del precio. Tiramos la toalla en materia de alimentación, eliminando todo alimento en los que el niño diga una sola vez ¡NO ME GUSTA!. Le quitamos los trocitos para que no los vea, le hacemos otra comida si el niño lo pide, y ajustamos el menu, no en función de las necesidades del niño, sino de los caprichos del niño. Estos caprichos se hacen crónicos cuando se les hace caso y se convierten en leyes absolutas, insalvables, hasta el punto, de que es fácil encontrar sujetos adolescentes que solo toleran una docena de alimentos.  Frecuentemente, al grupo de niños, se les hecha de comer aparte, porque en el arroz de adultos hay cosas como un choco o un guisante, y ellos comen un filete de pollo. Yo jamás he comprendido esta forma de educar. 
QUE VIENE EL DE LA COLETA.

Corramos todos tapándonos el culo con las palmas
Nos la han dado con queso, con el mismo nombre
hay nuevo sujeto.
Los que corrían iban diciendo:
¡Hay que echarle mierda a esos tíos!, decían de camino a Suiza
¡Decid que son de Venezuelaaaaa!, decían los antiguos guerrilleros de Cristo Rey
¡Y además, que serán un desastre, el caos, y que nadie nos dará dineroooo!,
decían cayéndose los billetes de los bolsillos los ex-ejecutivos bancarios.
¡Decid que son inexpertos, que no sabrán hacer las cosas, y que son mezquinos!
decía el que se hizo una catedral con dinero negro.

Todos corrían mientras el de la coleta al son de los tambores
de PODEMOS, rumiaba con dientes de cabra las sílabas
tic, tac, tic, tac, tic, tac, se acaba lo bueno.